Inviernos.
No hay nada mejor que una pareja de verano para pasar el invierno.
No sé por qué, pero el frío también me trae recuerdos de tu mirada. A tí nunca te conocí en invierno, tú sólo fuiste verano y lluvia y aire salado, sólo fuiste arena, julio y un poco de agosto, sólo fuiste atardeceres de olor a café. Pero aun así, estas épocas también me traen recuerdos, nostalgias de momentos que nunca viví contigo, que se nos quedaron pendientes en alguna promesa sin cumplir.
Aun hoy, con un amor nuevo y recién estrenado, con algunos miedos quedándose lejos, con un trabajo un piso más arriba, 15 cm menos de pelo, amigos distintos y amigos iguales; aún hoy a seis inviernos de tu verano, te sigo viendo junto a mi. Te levantas de tu mesa y me pones en la espalda tu chamarra azul. Ya no tengo frío, no mientras conserve tu abrazo sin importar si ya empieza un nuevo noviembre o si me quedé para siempre en aquella mitad de julio, sentada en el Café Jardín con tu chamarra azul de las rayas blancas, con tus ojos y con un poquito, a veces y si tengo suerte, del murmullo de tu voz.
2 Comments:
Nop, te equivocas, la onda son las gorditas....
Hacen sombra en verano y son calientitas en invierno.
ajajajajaja q poca...
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