Paso 2: Indiferencia total.

Últimamente, todo me molesta. La gente me da más flojera que de costumbre y me he vuelto muy poco tolerante. Mi paciencia habitual se me está acabando y me preocupa. En la chamba, estoy rodeada de freaks que no hacen más que estar al pendiente de mi vida: si llego 5 minutos tarde, si me voy más temprano, si me tardo en el baño, si platico demasiado con mis amigas, si me dan más o menos chamba que a ellas, si beso a mi novio, etc, etc. La verdad a mi eso me da mucha flojera, yo vengo aqui a chambear y si termino mi chamba antes o después que todos es mi problema mientras la entregue bien y a tiempo. Y es que todas y cada una de mis compañeras son unos personajes. Déjenme les cuento un poquito:
La chava que se sienta junto a mi, en este preciso momento chatea con alguien en el msn, y está llore y llore, haciendo aspavientos para que se le sequen las lágrimas y sollozando a todo pulmón tratando de que alguna de las demás le haga caso. Ella es de esas que se tienen que inventar una vida para parecer interesante, y de repente a medio día se para de su lugar y empieza a gritar como loca que necesita barniz de uñas porque la están invitando a salir justo el día que no se arregló las manos, y que cómo demonios va a salir así y que le urgeeeeee porque él llega en 5 minutos con todo y su escolta de guaruras y que osooooo!!!... Y nadie la voltea a ver, mucho menos le contestan. Otra de mis compañeritas todavía no descifro si es hombre o mujer, pero lo que sí sé es que es de esas que se creen muy graciosas y se la pasa haciendo chistes y bromas malísimas de las cuales nadie se ríe, y de la nada pone a Ana Bárbara a todo volúmen y se pone a cantar, como si de verdad cantara, ya no digan bien, sino por lo menos decente... Otra, es la típica mejor amiga de la secre del jefe con quien se la pasa inventando chismes y criticando a medio mundo, es de esas que te sonríe y te habla bonito cuando necesita algo, pero nada más está al pendiente de lo que haces y dices para soltar el veneno... qué flojera, la verdad, qué flojera. Qué fastidio aguantar lo mismo, hacer lo mismo todos los días. Qué mal que ya no pueda hacer nada interesante, nada de lo que me sienta orgullosa. He pasado del hartazgo a la indiferencia total, me pesa levantarme para venir al trabajo, suspiro resignada al pisar el elevador todas las mañanas. Seguiré tratando de moverme a un grupo creativo, pero hay tanta mafia y tanta burocracia en este lugar de mierda que empiezo a dudar que se pueda. Soy buena en lo que hago, mejor que la gente que está aquí haciendo lo mismo, lo sé, me lo han dicho, se nota. Yo no soy de este grupo, no estoy cómoda, no me siento parte de y espero jamás llegar a serlo, porque eso significaría que me he vuelto muy mediocre. Estoy aquí por circunstancias equivocadas, porque nunca tuvieron dinero suficiente para liquidarnos y prefirieron adherirnos a donde podía hacer falta gente. Estoy harta. Estoy cansada de cuidarme las espaldas porque aquí parece que sólo metiéndole el pie a los demás es como sobrevives, aunque yo prefiero que mi trabajo hable por mi. Whatever. Ya no me importa.

Me he tardado media hora escribiendo esto y mi compañera de al lado sigue moqueando.

Frankly, my dear, I don't give a damn.