November 30, 2006

Bitchy.


Me anda dando el chipil. No sé la verdad porqué, no tengo una razón específica. Tal vez sean los días del mes, o el frío, o la temporada, o que necesito vacaciones y no tengo, o alguna otra cosa que no he descubierto. Amanecí hoy odiando al mundo más que de costumbre, queriendo estar en cualquier otro lugar menos en éste (por 'éste' entiéndase cualquier lugar en donde esté, no uno en específico) y con la tendencia, de nuevo, de no esperar mucho de la gente.
No sé que demonios me pasa hoy. Me hacen falta cariños pero parece que él anda muy ocupado haciendo presupuestos, contestando teléfonos o alguna otra cosa más importante. Egoísta?... tal vez, pero si yo puedo hacerlo por los demás por qué los demás no pueden hacerlo por mi..?

Estoy fastidiada. Tengo sueño, no he dormido bien. Empiezo a desconfiar de todos, cualquier cosa por más pequeña que sea la interpreto ya como señal de algo que puede pasar y no quiero, no quiero estar ahí otra vez. Ya no. No quiero que nada sea más importante que yo, no quiero que nada sea más importante que él. No quiero pensar ni dudar ni sentir. No quiero hacer logos de Wal-Mart, no quiero oir la música de la compañera de aquí junto, no quiero oir los chistes idiotas de la otra que anda haciéndose la simpática, no quiero verle la cara a mi jefe, no quiero tener ganas de llorar por nada, no quiero pensar en él, no quiero pensar en su amigo ni en el Chico Rexona y ni siquiera quiero pensar en el bonito aunque fue el único que se acordó de que hoy era mi santo. No quiero. Nada. No quiero nada.

Quiero no estar. Sí, eso es lo único que quiero hoy, no estar.

November 28, 2006

El recuento de los danios.

No, al final no fue ni Puerto Vallarta, ni Acapulco, ni tampoco Cuernavaca. Pa' lo más que dió el presupuesto de la agencia más sexy de México fue para un saloncito en la Torre Esmeralda, cerca del periférico. La verdad lo que salvó la fiesta fueron las ganas que traíamos todos de divertirnos y como siempre, hubo de todo: mucho alcohol, mucho baile, escenas a la Big Brother que debemos agradecer a la cámara del elevador, premios (vendidos) a los dizque más sexys (sí, Alvar volvió a ganar), choros de weba sigamos-adelante-hay-que-ganar-más-premios y hasta una pobre lesionada que ni siquiera tuvo el pretexto de haber estado muy peda pa' haberse roto el pie no una, sino DOS veces porque el incidente fue apenas empezando la fiesta...

Yo por mi parte les puedo decir que me la pasé increíble (aunque a decir verdad me hicieron mucha falta las escandalosas princesas ex-Walters), que bailé hasta que me tuve que quitar las botas, que chupe lo suficiente como para bailarle a B enfrente de todos pero no tanto como para no acordarme y sobre todo, que me dio mucho gusto ver como algunos nomás se nos quedaban viendo a mis guapísimas dos amigas y a mí muertos de ganas y muertos de coraje porque se les fue el tiempo y se les fue la oportunidad. Despertamos envidias, sí, pero qué se le puede hacer si la que es linda es linda póngase lo que se ponga, no?...
Como sea, estuvo buena la fiesta. Y la post-fiesta también, pero de esa no les puedo contar nada.

Aquí les dejo unas fotos.

Las buenas



Los malos



Los feos


November 23, 2006

A-bu-rri-da!

No tengo nada que hacer y nadie actualiza sus blogs... Ya cuenten algo interesante, no?

November 17, 2006

Hace dos anios...

Hoy no te esperé en la mañana y llegaste. Te vi de lejos, vi cómo te acercaste. Eras sueño, espejismo, humo, un revoltijo de ideas, nervios y prisas. Yo te miré, no me dio tiempo de pensar nada, me quedé en tus ojos. Rompiste el hielo con un pretexto de tipografía; me abrazaste y te fuiste a perseguir quién sabe qué cosas a quién sabe donde.
El tiempo parece que pasa más deprisa por tu reloj, las horas insolentes se escapan de tu muñeca izquierda, los segundos se te van por la orilla de tus labios y tú te vas corriendo siempre, nunca sé a dónde. Así eres, así te la pasas, caminas distraído por los pasillos llenos de tu presencia fugaz, por mi memoria llena de la luz de todas tus vidas. Yo te observo; me gustan tus manos, me enamoro de tus dedos, de tu nariz respingada, de tus curiosas palabras, de tus tímidas caricias. Y a veces, cuando estás conmigo, te da por ser creativo y te inventas tú nuevo, espontáneo, vivo, persistente, mío. Y yo me vuelvo tuya sólo por esos instantes de excelente improvisación, me olvido de ser yo, la que todos conocen. Soy tuya.

Te quiero, no me preguntes cómo, ni por qué, ni de dónde. No debería. No te espero. Hoy no te estaba esperando... Y de sorpresa, llegaste; con todo y tus prisas, pero llegaste.

A lo mejor algún día salga yo a pasear sin brújula y me encuentres tú, sin buscarme.


Update: No, no me encontró. Yo lo sigo viendo diario pero más de lejos. Él sigue con sus prisas, yo ya me volví de otro.

November 09, 2006

¿Serás, amor?











¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el mismo encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y sólo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo:
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan,
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el lugar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales.
Es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara
y que lo más seguro es el adiós.


Pedro Salinas

November 06, 2006

Amores.

Se suponía que era en la primavera cuando todo mundo se enamoraba, pero por los visto a los creativos, que nos da por llevar la contraria, el amor nos llega ya pa finales de año. Es rarísimo ver al Millhouse tan cambiado, con esa sonrisota estúpida que lo acompaña a todos lados... yo ya fui testigo de lo felices que andan los dos, tanto él como su Dany... y Mill cual niño de secundaria todo nervioso apenas la abraza... El caso es que el amor ahora sí le pegó y fuerte, y ojalá le dure mucho.

Yo por mi parte ando en ese proceso de vamos-a-ver-que-onda, la verdad es que estoy contenta, más de lo que yo creía. Hace mucho que nadie me trataba tan bien (siempre he sido hija de la mala vida) y debo decir que se siente chido. La verdad es que ahorita no he querido pensar en nada más ni en que podría pasar en un futuro, me gustaría poder decir que esta vez quisiera romper con todos los patrones que he seguido durante toda mi vida y no descubrir de un día para otro que ya estoy aburrida, o que un día sin más se me aparezca el Chico-Rexona-con-pinta-de-surfer y me voltée de cabeza el mundo como ya me ha pasado, o que alguna otra circunstancia fuera de mi alcance cambie los planes que todavía no me atrevo a hacer. Lo único que sé en este momento es que ya no quiero tener miedo, ya estoy cansada de estar tan a la defensiva y aunque no lo quiera admitir, esta vez él no se lo merece. Porque es el único que ha sabido estar a pesar de mis dudas, mis confusiones, mis cambios de humor y mis necesito tiempo de estar sola... Quizás él no tenga mayores complicaciones en su cabeza como aquellos que suelen atraerme tanto, pero quizás esta vez eso es lo que necesito. Alguien que quiera estar conmigo así como soy tal cual, con todos mis defectos que son muchos pero también con todas esas muchas ganas que tengo de estar con alguien bien, sin dudas ni terceras personas.
No sé que vaya a pasar, ni quiero siquiera pensarlo. Hoy por hoy estoy bien, aunque al rato discutamos por algo tonto o me haga enojar porque no es perfecto; pero seguro se me olvida cuando me deje poner mi iPod todo el camino de regreso a la casa, o cuando me diga hermosa, o cuando vaya al oxxo y me traiga un dulce.
Y así nos la vamos a pasar.